El domingo 9 de junio se celebran en la UE unas elecciones absolutamente transcendentales.
¿Qué sientes cuando fracasas? ¿Cuáles son los discursos que operan en tu mente después de un momento de fracaso?
La mayoría de las víctimas de acoso laboral lo piensan al menos dos veces antes de ir a trabajar porque les provoca malestar y dolor. Y, dependiendo del tipo de acercamientos que escuche, de testigos o de las actitudes a las que sea sometida, el dolor puede ser aún mayor e intenso.
Ya en las pasadas elecciones denuncié el despilfarro energético, económico e hídrico que suponía la publicidad y propaganda electoral y ese anacronismo mediático que lo rodea, junto con la necesidad de no participar en propiciar jornadas de trabajo abusivas. No sería ético ni coherente que ante unas nuevas elecciones actuase de manera diferente.
La mayoría de los padres quieren lo mejor para la vida de sus hijos, sin importar a qué clase social pertenezcan. Quieren ver a sus hijos brillar como el sol, realizados, exitosos y logrando resultados significativos para sus vidas y para la sociedad. Sin embargo, cuando los padres matriculan a sus hijos en las escuelas, no les corresponde únicamente a ellos adquirir una educación regular o formal. Por lo tanto, muchos entornos educativos realizan numerosas campañas publicitarias que afirman ofrecer algo extraordinario a sus hijos, ¡pero no es así!
Comenzaré con un dato demoledor, en positivo: en los últimos veinte años tanto la energía solar como la eólica han crecido a un ritmo vertiginoso, más rápido que cualquier otra fuente de electricidad, jamás, en la historia. En concreto, la primera se ha afianzado como el principal proveedor de crecimiento eléctrico de la humanidad.
En un país antaño imperio, y ahora a un paso de hazmerreír convertido, se eligió por presidente a quien gran mentiroso es y hubo sido. Afición que algunos creían había perdido, pero para mayor desamparo y desconsuelo, una vez más había mentido.
| (Foto: Fernando Calvo (pool Moncloa)) |
Desde hace unos días un gran tipo y mejor periodista me decía que Sánchez se iba a “hacer un Rubiales”. A mí eso me parecía impensable por muy caradura que nos pueda parecer en ocasiones Sánchez.
Todas las personas amables, caritativas, optimistas y buenas con la vida y la naturaleza tienen un lenguaje corporal positivo, constante, agradable y fraternal. Pero si mientes o dices la verdad, tu cuerpo también habla.
Me gustaría creer que la pasada noche en Moncloa se correspondía con lo expresado por san Juan de la Cruz en su maravilloso poema ‘La noche oscura del alma’.
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