La frase del título de esta reflexión hace referencia a tiempos convulsos como los que estamos viviendo.
Las personas acosadoras suelen sorprenderte con halagos gratuitos y si no tienes un control firme son personas que entran en tu vida y te cuesta mantenerlas alejadas. Adoptan posturas cuestionables e indeseadas, cuando se trata de elogios, adoptan posturas disimuladas, hablan en susurros e indirectamente, y eventualmente pueden llegar al nivel de discursos públicos. En estos casos, hablarán para dejar a la víctima avergonzada, atrapada en un callejón sin salida. ¿Cuántas veces has experimentado enfoques como este?
Hemos tenido este domingo la primera parte de las elecciones legislativas en Francia. Con la incertidumbre de si la extrema derecha de Marinne Le Pen, su Agrupación Nacional, sería capaz de arrasar según indicaban las encuestas.
LA CONJURA DE LOS NECIOS
Aunque pueda parecer desmesurado, hay muchos interrogantes y la pregunta de si seguimos siendo ciudadanos o súbditos.
En la mayoría de los informes de los acosadores se observa que muchos de ellos afirman que la ropa de la víctima fue el motivo del acercamiento.
La conjura de los necios
Ante los acontecimientos políticos, habrá que rememorar a Émile Zola y clamar con fuerza un sonoro y profundo «Yo acuso»
Pasado ya el 9-J el panorama de Europa parece desolador en especial el centro, salvándose del tsunami de extrema derecha tanto el norte, Finlandia, Suecia y Dinamarca, como la excepción ibérica, España y Portugal.
En el origen de la vida, constatamos que la influencia familiar es decisiva en las relaciones de poder, la obediencia y los ejemplos conflictivos.
“Spain is different!”, surgió como lema inventado en 1960 por el entonces ministro de Información y Turismo, Manuel Fraga. La idea era enfrentarse a afirmaciones maledicentes como que “África empezaba en los Pirineos”.
En las elecciones del 23-J del año pasado todos los augurios indicaban que las derechas llegarían al poder juntas.
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