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Opinión

23/05/2019@10:58:36
Patético. Era la Grecia antigua y ya Aristóteles sabía que la violencia era, siempre y necesariamente, destructiva, de hecho, la definía como aquello que intenta -desviar- destruir el desarrollo del cosmos. Y así lo replicaron científicos de la talla de Tomás de Aquino, pero en pleno Siglo XXI todavía hay quienes no pueden superar la primitiva idea de que la violencia puede ayudar en la defensa o, peor, en el establecimiento de un “orden social”.

Después de las generales, nos enfrentamos a las municipales, europeas y autonómicas. Muchas elecciones y mucha responsabilidad en un momento de incertidumbres.

En su momento hablábamos de los políticos pez, esos con corta memoria y sus «diálogos de besugos». Hoy seguimos hablando de otra subespecie, los peces amarillos. Habrá que ironizar con tanta pesadez electoral.

Luego de una tregua, hasta el 1 de marzo, acordada en la reunión del G20 de Buenos Aires, las dos primeras economías globales retoman el conflicto, con más virulencia.

10 am del pasado sábado, en un parque público en Kfar Saba le festejaban el cumpleaños a una de nuestras nietas, presentes, además de los familiares directos, algunos amigos de los padres.

Los humanos no creemos en la libertad, decimos que sí… pero con límites que, por cierto, son los que a cada uno se le antoja y que justifica con argumentos “razonables” siendo el más utilizado el de que “la libertad no puede ser absoluta”. Discusión bizantina.

Una vez estudiada la Presión, que es la fuerza externa sobre algo o alguien, ahora nos toca estudiar el efecto que provoca esa fuerza en el presionado. Esta siempre le genera una Tensión. Por ejemplo, la que ejerce el Sol sobre todo objeto o planeta que atrape en su órbita, este necesariamente sufrirá… Tensión. El planeta atrapado sufre, siente, experimenta esa fuerza sobre él, gira atrapado bajo la voluntad de otro. Toda su vida, mientras dure esa situación de fuerzas o fuerzas ajenas, vivirá en constante tensión.

En el tramo final de la campaña electoral podríamos hacer pequeñas reflexiones de algunas cosas anecdóticas y otras que se están convirtiendo en habituales.

Cuando despierta la consciencia de un ser humano, a lo que se encuentra delante y formará todo su entorno le denominamos, Naturaleza, o La Vida. Lo que no sabe ese ser pensante, hasta que sea formado en ello, es que él ya es esa Naturaleza y forma parte de esa, Vida. Esta ya le creó a él sin que tuviese la más mínima participación en ello. Su cuerpo, su mente y toda su existencia es una forma más de esa naturaleza, y creada exclusivamente por ella.

En decenas de artículos publicados, así como en diferentes libros, ambos acerca de los estudios sobre los grupos humanos y su funcionamiento, siempre hablo de Grupos Sociales organizados (GSO). Hoy, a esos grupos humanos se les denomina estados. De ahí el título de, el estado del estado. En este caso dicho estado es el Español. Aunque en diferentes ocasiones se le comparará con los de su entorno, o en otras a cualquier otro del planeta, por aquello de la contraposición de culturas.

En el avance de la Consciencia Humana se produjo un importante salto cuando logró entenderse intelectualmente la constante pugna de fuerzas que representan las interminables dualidades: Frío-calor, noche-día, sístole-diástole, expansión-contracción.

Muchas son las interpretaciones de los resultados electorales y seguro que serán acertadas, por lo que poco se puede añadir, aunque como siempre hay matices que nos pueden llevar a la reflexión.

Al momento de comenzar a escribir estas líneas en todo Israel acaban de finalizar los dos minutos en que las sirenas suenan en recuerdo a los 6.000.000 de judíos exterminados por los nazis. El país se detiene, una ceremonia que anualmente se repite a fin que las nuevas generaciones recuerden, no olviden. El encendido en Jerusalén a manos de supervivientes del exterminio de las 6 antorchas en su recuerdo fue el inicio de una jornada de recogimiento, emoción y lágrimas.

“El tsunami de hartazgo de la ciudadanía europea —y occidental en general— no se desinfla… Brexit, Trump y Bolsonaro son productos de ese sentimiento… Macron también lo es” escribe Andrea Rizzi en El País de Madrid. Pero, al final, todos los “antisistema” terminan siendo políticos, y a Macron le tocaron sus “chalecos amarillos”.

El Washington Post y The New York Times, entre otros, replicaron una columna de la agencia AP que asegura que "la incertidumbre económica" en Argentina, catapultada entre otras cosas por “una inflación anual de casi el 50%, una de las peores del mundo", provoca que los jóvenes, en busca de trabajo, al preguntárseles "si… estarían interesados en vivir en el extranjero, alrededor del 80%te dice que sí".