Pan, trabajo y techo

“Como hicimos hace un año debemos movilizarnos para que esta nueva etapa de la Marchas de la Dignidad sea un grito contundente de rebeldía, lucha y denuncia de las políticas de salvaje neoliberalismo que aplica el Partido Popular a la ciudadanía, a los servicios públicos y a los derechos y libertades”.

Para Izquierda Unida de Ávila “en el actual momento de emergencia social y política en el que las mayorías sociales sufren las consecuencias de una crisis económica larga en el tiempo y profunda en sus efectos, no podemos tolerar que se hable de paz social o de recuperación cuando en Ávila nos encontramos con más de 17.000 personas en paro, cuando más de la mitad de los desempleados ya no tienen derecho a paro o cuando la temporalidad se ha convertido en la seña de identidad del mercado laboral abulense” señala Novoa en un contexto que se “repite” en todo el territorio nacional.

Es por ello que desde la formación de izquierdas se espera la movilización de miles de ciudadanos. “Mientras las libertades democráticas son sistemáticamente atacadas, mientras la diferencia salarial entre hombres y mujeres sigue aumentando, mientras el paro juvenil sigue superando el 55% y cada día son más los jóvenes que, como sus abuelos, tienen que emigrar para poder tener el futuro que este país les niega, la ciudadanía debe reforzar el mensaje de inconformismo en la calle, y en este caso confluyendo en Madrid, donde Izquierda Unida de Ávila estará presente”.

Izquierda Unida de Ávila apela “a los desempleados, a quienes tienen un empleo precario y son pobres pese a trabajar” y subraya la posibilidad de que los afectados por la crisis expresen “de forma activa su rechazo” y respalden “la convergencia social para construir un nuevo proyecto de país”. Por ello José Alberto Novoa llama a la movilización por “el derecho a la vivienda, la dación en pago y contra la venta de las viviendas sociales, contra los presupuestos restrictivos de las administraciones públicas, contra el pago de la deuda odiosa, el paro, la precariedad, los recortes, el TTIP, la corrupción, por un proceso constituyente que supere el régimen del 78 y la represión, contra los constantes recortes en la sanidad o la educación…” En definitiva, una movilización “para pedir un país que garantice a los ciudadanos una vida digna”.