Que uno de cada tres abulenses cobre menos que el salario mínimo interprofesional o que la mitad de la población no llegue a la categoría de mileurista “ha convertido a los abulenses en pobres”.
“Trabajar, al menos en Ávila, no significa salir de la pobreza. Todo lo contrario. Y es la consecuencia directa de la política laboral emprendida por el Partido Popular”. Es la valoración que realiza José Alberto Novoa, coordinador provincial de Izquierda Unida de Ávila, ante los datos ofrecidos por CC.OO. en el contexto del Informe del Mercado de Trabajo y las Pensiones en las Fuentes Tributarias y que ofrece continuidad a los datos conocidos el pasado mes de noviembre en los que se apuntaba, de manos de la propia Agencia Tributaria, cómo de los 56.418 trabajadores abulenses la mitad cobraba menos de 1.000 euros al mes. “Ahora ha sido Comisiones Obreras las que han lanzado un dato tan alarmante como real, y es que uno de cada tres abulenses que trabaja es pobre”. Porque para José Alberto Novoa “trabajar y no llegar ni siquiera a la ya de por sí irrisoria cantidad de 648 euros al mes es ser pobre”.
Para el coordinador provincial de Izquierda Unida de Ávila, que felicita a la central sindical por el trabajo realizado, “mientras que, por ejemplo, desde el Equipo de Gobierno del Partido Popular de Ávila se aplaude el hecho de que en la ciudad de Ávila se cobre poco, e incluso se publicitan este tipo de datos como un atractivo empresarial, la realidad es que están publicitando la pobreza de los ciudadanos. Y no es ni para estar orgulloso ni para presentarlo como aliciente alguno” valora en una provincia en la que “es normal que, ante datos así, pierda población”.
Porque más allá de los efectos a futuro que tienen estos datos para la recuperación, la realidad presente “es la de las familias que, aún trabajando, viven sumidas en la pobreza y en la inestabilidad de unos salarios indignos”, apunta José Alberto Novoa en lo que es “un dato que evidencia la realidad de una economía que vive sumida en la contracción. Porque una persona que no llega a los 648 euros al mes no puede consumir, lo cual imposibilita el desarrollo de las empresas que consumo establecidas en la provincia, cuyo mercado interior es imposible que adquiera aquello que se produce, provocando una espiral de destrucción y contracción económica”.
Para José Alberto Novoa “no sólo vale con generar trabajo. Hay que generar trabajo digno que permita a las personas desarrollarse. Porque el trabajo no es un fin, sino un medio de vida” recuerda. “Desde Izquierda Unida de Ávila nos oponemos radicalmente a la política del Partido Popular de bajos salarios, precariedad y desregulación y apostamos por un cambio de modelo en el que se avance hasta las 35 horas semanales y un salario mínimo de 1.100 euros. Porque los ciudadanos deben ser partícipes de la riqueza que se está produciendo pero que no les está llegando”. Y en este sentido recuerda al Partido Popular que “no se puede hablar de salida de la crisis cuando la gente es, directamente, pobre”.
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