Y es que entre otras críticas, los sindicatos denuncian que a los empleados se les adeudan varias nóminas, en concreto, la paga de beneficios de marzo de 2013, la nómina del pasado junio y casi la totalidad de mayo.
Según señala el representante de este sindicato en el comité de empresa, Daniel Jiménez del Monte, estos impagos se producen a pesar de que la producción de la planta se ha incrementado un 170% en los últimos años.
Por ello cree que el objetivo de la dirección consiste en "ganar más dinero a costa de los que trabajamos" que incluso tienen un turno más para cubrir las vacaciones y así poder servir a los clientes.
Desde la CGT recuerdan que la empresa responsable de la fábrica, que compró la planta en 2012, ha recibido dos préstamos de la Junta de Castilla y León (que suman más de cuatro millones de euros) a cambio de garantizar la continuidad de la factoría y de la plantilla.
Sin embargo, desde el sindicato denuncian «los despidos que se han ido produciendo y se pueden producir ante el inminente traslado de la Administración a la sede de Álava, siendo este el primer paso o la intención del traslado de esta factoría con su marca Jiménez del Monte señala incluso que existe “un riesgo inminente de volver a entrar en concurso de acreedores”.
La próxima concentración a la puerta de la fábrica tendrá lugar este jueves, 10 de julio.