En tal sentido, precisó que los agentes, con distintas procedencias, confluyen en una institución que sirve a todos los españoles y trabaja para garantizar sus derechos y libertades.
La XXII promoción está compuesta por 579 nuevos oficiales (480 hombres y 99 mujeres) que recibieron sus títulos profesionales después de cuatro meses de formación durante el acto de jura o promesa celebrado en la Escuela Nacional de Policía de Ávila.
Todos los discursos tuvieron un recuerdo para el alumno Rubén Bregón Casado, fallecido durante su preparación en el centro de formación.
Fernández Díaz destacó que la Policía Nacional, una de las instituciones mejor valoradas por los españoles, es “fiel reflejo de la sociedad a la que sirve” e invitó a los nuevos oficiales a desempeñar su trabajo tomando como acicate esa “estima social”.
Asimismo, los instó a ser «guía y modelo de conducta eficiente» con sus subordinados y a hacer de la «ejemplaridad» su pauta de actuación en la “difícil, pero enriquecedora” tarea de liderar personas.
El ascenso que este viernes consiguieron los 579 agentes es fruto de su “profunda vocación de servicio”, que los ha guiado en su “legítimo deseo” de progresar, y de su “acreditada” calidad profesional.
El ministro citó entre las amenazas que deberán combatir el terrorismo, el crimen organizado, la inmigración irregular, las redes de narcotráfico y la ciberdelincuencia y les recordó que lo que hagan “repercutirá en la buena imagen de la Policía y de España”.
Por su parte, el director general de la Policía, Ignacio Cosidó, advirtió a los nuevos oficiales de que el ascenso que han logrado supondrá más trabajo, más responsabilidad y más sacrificio “a cambio de muy poco”: ver culminada la sana ambición de servir mejor a los demás.
“Gracias por querer ser mejores policías”, resaltó Cosidó para valorar la importancia de la excelencia de los mandos intermedios e invitar a los presentes a seguir ascendiendo.
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