Tanto Rosario Porto como el padre de Asunta, Alfonso Basterra, han llegado a los juzgados de la capital gallega esta mañana para declarar ante el juez del caso, José Antonio Vázquez Taín, como principales sospechosos del homicidio.
La madre, con gesto serio, ha llegado sobre las 8:10 horas. El padre lo hacía varias horas después, a las 12.15 del mediodía, escoltado por furgones y tres vehículos de la Guardia Civil.
Su declaración ante el juez coincide con la publicación de nuevas informaciones relacionadas con la muerte de Asunta. Las pruebas toxicológicas han confirmado que el potente sedante hallado en la sangre y el estómago de Asunta es el mismo que tomaba habitualmente Rosario Porto.
La autopsia ha determinado que Asunta fue atada de pies y manos para evitar que se moviese y después fue asfixiada por sofocación, utilizando una almohada u otro objeto con el que se obstruyeron sus vías respiratorias.
Según informan fuentes judiciales, a Porto se le imputa un delito de "homicidio, posible asesinato, a la espera de los resultados de toxicología".
La reacción del Gobierno Chino preocupa a las Asociaciones de Adopción
El presidente de la Federación de Asociaciones de Adopción Internacional (ADECOP), Miguel Góngora, manifestaba hoy la "preocupación" de esta entidad por la reacción del Gobierno chino respecto a las adopciones en curso de niños chinos por familias españolas, tras el caso de la menor Asunta, cuya muerte está siendo investigada.
Góngora avanzaba que el Centro Chino de Adopciones se ha puesto ya en contacto por email con esta federación pidiendo explicaciones sobre el caso de la niña de Galicia. "No sabemos cómo va a reaccionar el Gobierno chino, pero ya ha enviado un email a nuestro representante en China preguntado qué ha pasado y por qué", señalaba.
La respuesta de esta entidad al Centro Chino de Adopciones no ha podido ser otra que la de que desconocen las causas, pues el caso está en los juzgados bajo secreto sumarial. "No podemos hacer nada más", ha indicado el presidente de Adecop, que espera que China no paralice los más de 350 expedientes de adopción en curso, muchos de ellos iniciados hace más de seis años.