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Gibraltar es otra cortina de humo pero  'franquista'

Gibraltar es otra cortina de humo pero "franquista"

martes 16 de septiembre de 2014, 11:07h

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Parece ser que el gobierno del PP ha encontrado en el Peñon de Gibraltar una nueva cortina de humo. El problema es que está generando malestar entre todos los ciudadanos y los gobiernos, al "atacar" el Foro Tripartito.

El Gobierno británico espera que las diferencias entre el Reino Unido y España sobre Gibraltar sean resueltas por medios políticos y no con medidas "desproporcionadas" y expresó su deseo de mantener unas relaciones fuertes con Madrid.

En un comunicado, el Ministerio británico de Exteriores dijo que los dos países tienen buenas relaciones en todos los niveles, pero hizo hincapié en que las diferencias no pueden ser resueltas a través de medidas como los retrasos en la frontera.

La nota fue difundida horas después de que se conociera que el Gobierno está preparando un plan de medidas para responder a las últimas maniobras de las autoridades de Gibraltar, que el Ejecutivo considera que han dado un salto cualitativo con el reciente episodio del lanzamiento de bloques de hormigón a la Bahía de Algeciras que ha logrado dejar inutilizado el caladero para los pescadores españoles.

Según han informado fuentes gubernamentales, con el paquete de medidas que se está elaborando, y que incluye la anulación de algunos acuerdos alcanzados durante el mandato de José Luis Rodríguez Zapatero, se pretende mostrar que "las políticas contrarias a España tienen un coste".

Para ello, se han puesto encima de la mesa medidas de diversa índole, que van desde la creación de una 'tasa de congestión' a los vehículos que atraviesan la Línea con origen o destino en Gibraltar a un plan de lucha contra el fraude fiscal que pasa por localizar a los cerca de 7.000 gibraltareños que tienen su residencia fiscal en el Peñón, pero su residencia "real' en España.

Política exterior retrograda inspirada en Franco

El Gobierno de Gibraltar ha denunciado estas "amenazas" del ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, José Manuel García-Margallo, comparando esta actitud con la política hacia Gibraltar desarrollada durante las décadas de 1950 y 1960 por el régimen del dictador Francisco Franco.

En un comunicado oficial el Gobierno gibraltareño ha valorado las declaraciones de Margallo como "las más retrógradas y amenazadoras" desde antes del cierre de la verja, "claramente reminiscentes de las políticas y tácticas sobre Gibraltar desarrolladas por el régimen fascista de Franco en los 50 y 60". "Estas afirmaciones no comportarán nada positivo a las vidas de los ciudadanos españoles que viven en el área del Campo de Gibraltar y muestran que España no tiene un pensamiento a largo plazo sobre cómo mejorar la vida de la población en la región en general", agregaban.

Asimismo, el ministro principal de Gibraltar, Fabián Picardo, ha dicho que, "sin duda, la población de Gibraltar debe permanecer tranquila a la luz de las continuas provocaciones publicadas en la prensa española durante este fin de semana".

Picardo ha valorado que "el Partido Popular está empezando a sentir las presiones [en favor a un retorno del Gobierno a la línea diplomática del Foro Tripartito] y está intentando manipular los medios para respaldar su acercamiento de neandertal".

En este sentido, espera que "las informaciones surgidas en la prensa durante el fin de semana no sean más que eso", al tiempo que afirmaba que ha alcanzado un acuerdo con el Ministerio del Interior para que se proceda a la retirada de las fotografías publicadas por miembros de las fuerzas de seguridad tomadas en la zona fronteriza.

Control fronterizo y tasas

Respecto al anuncio de García-Margallo sobre un posible cierre del espacio aéreo y de la imposición de una tasa de unos 50 euros para poder entrar y salir del Peñón, el Gobierno gibraltareño sostiene que "pese a que España y Gibraltar tienen la tarea de llevar a cabo un control aduanero y de inmigración en la frontera, el mismo han de ser proporcional y no excesivo, tal y como ha sido el caso desde hace alrededor de una semana, cuando España ha empezado a intimidar a Gibraltar usando la frontera como estrangulador".

"El Gobierno de Gibraltar tiene también la obligación de llevar a cabo controles de aduanas e inmigración en la frontera e interpretará cuidadosamente lo que España considera como proporcionado a este respecto", añadía.

Así, ha destacado que "en caso de que progrese cualquier propuesta para imponer una tasa de entrada y salida de Gibraltar, el Gobierno considerará dicha acción como contraria a los principios de libertad de movimiento garantizados por el Tratado de Roma y que España ha suspendido unilateralmente el mismo, con todas las consecuencias que ello pueda tener".

En esta misma línea, ha descrito como "bárbara y prehistórica" la "despreciable amenaza" del ministro para que los aviones que entren y salgan del Peñón no pasen por el espacio aéreo español.

"No muestra ningún cuidado por la seguridad de las personas que van en el avión y recuerda a la opinión pública internacional las acciones de la España fascista en este mismo sentido durante el régimen de Franco", ha indicado.

Por último, ha recalcado que "si los tres gobiernos -en referencia a los de España, Reino Unido y Gibraltar- tienen algún problema con el Foro Tripartito, estos asuntos han de ser objeto de renegociación, y no motivo de la retirada unilateral de una de las partes".

"El Gobierno de Gibraltar no desea ver una escalada de tensión entre socios de la Unión Europea (UE) y aliados de la OTAN, como Reino Unido y España, y confía en que ello será evitado por el señor García-Margallo a pesar de sus beligerantes afirmaciones a los periódicos", insistía.

Cortina de humo

La escalada de tensión en Gibraltar impulsada desde el gobierno popular tampoco es bien vista por los trabajadores españoles en el peñón. Manuel Márquez, delegado de la Asociación Sociocultural de Trabajadores Españoles en Gibraltar (Astecg) ha expresado este domingo su temor a que el conflicto afecte a sus empleos y a las relaciones de vecindad con los gibraltareños y acusó al Gobierno español de querer "desviar la atención de otros temas".

Márquez no ocultó su malestar y la "indignación" por la situación actual. "Somos trabajadores, no políticos, y lo que queremos es trabajar en paz". Además, Márquez puso el foco en los enfrentamientos que están causando las colas que se están viviendo en la frontera.

Ante las largas colas que se producen en la verja son muchos los ciudadanos que optan por acceder al Peñón andando, pero muchas personas de La Línea de la Concepción no pueden permitirse el lujo de "perder el empleo" ante el alto índice de paro de la ciudad- destacaba.

El delegado de Astecg indicó que en la actualidad hay unos 10.000 españoles que trabajan en Gibraltar y que unas 30.000 personas cruzan cada día la frontera y denunció que se está produciendo "una vulneración del derecho de los ciudadanos", con colas que han llegado a durar hasta siete horas.

Por ello, Astecg va a remitir una carta al Gobierno español para mostrar su malestar por los problemas en la frontera, una misiva firmada "por todos los partidos de La Línea salvo el PP, que está estudiándola", apuntaba Márquez.

El delegado de los trabajadores españoles en el Peñón lamentó que se "provoquen" este tipo de conflictos para "desviar la atención de otros temas" y dijo que se ha "manipulado" el lanzamiento de bloques de hormigón en aguas de la bahía por parte de Gibraltar, ya que Andalucía "ha lanzado muchos más para proteger la fauna marina y de eso no se dice nada".

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