La consejera ha dicho que “Se trata de una intervención en la que se ha puesto el máximo interés en la correcta protección y valorización del hallazgo arqueológico, siempre de acuerdo con las costumbres, ritos y tradiciones judías”.
Las labores para hacerlo posible se han llevado a cabo “de acuerdo con las costumbres, los ritos y las tradiciones judías”. García insiste en que este proyecto “contribuye a la dignificación del lugar, y que lo dota de significado histórico y cultural”, además “reconoce la presencia de la comunidad judía en la ciudad de Ávila a lo largo de varios siglos”.
Este jardín ha tenido una inversión de 60.000 euros. Según la consejera, es un ejemplo de que “el patrimonio ha dejado de tener una consideración solo estética o artística para tener una dimensión social que implica a las personas y a los territorios”, y ha destacado que la Junta ha contado para el proyecto con la comunidad judía de España.
El Jardín de Sefarad ha sido calificado por Darío Álvarez, uno de los arquitectos, como “un paisaje de conmemoración, que se construye en relación a la ciudad antigua, a la vista de las murallas”.
El pasado 7 de julio fueron enterrados los restos humanos encontrados en el descubrimiento de la necrópolis. La zona presenta ahora dos pequeños miradores, situados al norte y al oeste y con una serie de losas y estelas de granito que se disponen por la futura pradera evocando la disposición de las tumbas en el cementerio.