Nuevas polémicas en RTVE

Leopoldo González-Echenique, que asegura que RTVE no recibe “directrices” para elegir o elaborar las noticias ni tiene un "criterio conservador o de impartir moralidad", recibe dos nuevos golpes, y ya nosotros hemos contado al menos otros dos, por los contenidos que emiten en los programas que están bajo su dominio.

Pese a la reciente emisión de un reportaje sobre la ropa "provocativa" de las jóvenes y de otro en el que se sugería a los parados rezar para calmar la ansiedad, él insiste en que la noticia (la de la ropa), "no dijo en modo alguno que la minifalda era provocativa". "Lo decía una madre, no RTVE", ha enfatizado el responsable del ente público. 

Echenique ha insistido en enmarcar esas piezas "dentro del apartado de sociedad, que refresca la información cotidiana", atribuyendo a un medio como EL PAIS la polémica suscitada tras la emisión de estos reportajes, que cuánto menos son dignos de analizar.

En su comparecencia en la Comisión de control parlamentario de RTVE, el presidente de esta institución se ha encarado al diputado de Compromís, Joan Baldoví, y a Ricardo Sixto, de IU, al afirmar que "no hay ninguna recomendación ni ninguna directriz ni desde TVE se imparten cursos para el decoro en el vestir de las hijas o para enseñar a rezar a los parados". "En sus aseveraciones hay valoraciones y no rigor informativo", ha agregado dirigiéndose a Baldoví.

A continuación, Echenique ha hilado su defensa escudándose en que "la famosa pieza de la vestimenta",  "no recoge la opinión de nadie, ni desde luego de RTVE". Se trataba, ha afirmado, de un reportaje sobre "un simposio, un curso de la Universidad de padres que se estaba impartiendo en Madrid, en el Círculo de Bellas Artes". En ese curso, mantiene el presidente de este ente público cada vez más desacreditado y que pierde audiencia cada día, se "decía que no hay compartir ropa con sexualidad". Nada más, en su opinión.

Sin embargo la entradilla de esta pieza de un minuto y 25 segundos, era la siguiente: “Maite tiene dos hijas: una de 21 años, la otra de 12. Sus problemas, los de todos: ‘Parece que estamos en la época de enseñar todo, camisetas como muy amplias, muy que se caen los hombros, muy extravagantes”. Ana Blanco, la presentadora del telediario, dio paso a esta noticia, el pasado 14 de mayo, hablando de "minifaldas muy cortas, pantalones demasiados caídos" y a la ropa juvenil concebida como "nueva batalla” de los padres ante la llegada del verano.  “Ante el gran miedo, la gran pregunta: ¿Irá mi hija provocando?", se preguntaba, además, la locutora del reportaje.

Resulta especialmente grave que se hagan o incluso se emitan aseveraciones similares en cualquier medio y, mucho más en el ente público, cuando la frase “ir provocando” se suele aplicar en un vano intento de justificar lo que en algunas ocasiones puede dar lugar a situaciones de acoso sexual y en todas a un comentario peyorativo para las jóvenes que lucen su cuerpo como parte de su estilo y personalidad aún no definida del todo.

RNE pide soluciones

En otro orden de acontecimientos también relativos a este ente público, más de 500 trabajadores de RNE han firmado un manifiesto que denuncia la pérdida de "independencia y calidad" de la radio pública mostrando su "preocupación" por la caída de audiencia reflejada en los últimos datos del Estudio General de Medios (EGM), que consideran fruto de una "gestión equivocada". 

Los 517 firmantes del documento —que ha sido remitido al presidente de RTVE, Leopoldo González-Echenique, con copia al Consejo de Administración, al Comité de Empresa y al Consejo de Informativos de la radio— temen que RNE se convierta, "en breve", "en una radio residual alejada" del público y atribuyen esa pérdida de audiencia (que ya casi supera los 700.000 oyentes) a la gestión errónea.

"Una gestión", añaden, "que le ha arrebatado a RNE las principales señas de identidad que deben caracterizar a una radio pública: independencia y calidad".

Los empleados que apoyan el manifiesto, son más de la mitad de la plantilla y señalan que la iniciativa no está vinculada a los sindicatos ni responde a planteamientos ideológicos o reclamaciones económicas.

Simplemente refleja un movimiento "espontáneo" que ha involucrado a trabajadores de todas las categorías. "Nadie más que nosotros desea una radio moderna, actual y pegada a la realidad. Somos los primeros con ganas de trabajar, siempre y cuando los proyectos sean profesionales y viables (algo que dudamos en casos como el de la nueva Radio 5)", prosigue el documento.

La denuncia manifiesta además preocupación por "el trato de la dirección hacia los trabajadores, la falta de comunicación y transparencia y el hecho de que sus decisiones no se rijan, exclusivamente, por criterios profesionales". "Esa actitud", señalan los empleados, "genera en la plantilla una incertidumbre y una angustia que hacen cada vez más difícil nuestro trabajo diario"- lo que imposibilita la creación de un entorno adecuado en el que seguir siendo lo que esta radio es o era, una radio puntera que refleja todas las inquietudes políticas, sociales, culturales de una nación- y por ello los trabajadores reclaman a la dirección de RNE que tome "las medidas necesarias para que Radio Nacional de España vuelva a ser la radio de todos".