Para situarse en las mejores condiciones, se prevén una veintena de proyectos, como la realización de una edición de Las Edades del Hombre o la petición de la declaración del Año Santo Carmelitano.
También se incluyen acciones como peregrinaciones teresianas antes del Centenario y después, así como conseguir que la Semana Santa de Ávila obtenga la declaración de Interés Turístico Internacional.
En el plan se ha contado con la colaboración de los agentes sociales y políticos de la ciudad. Cuenta con cuatro líneas de actuación centradas en el fortalecimiento del producto turístico, la mejora de la competitividad en el mercado global, el posicionamiento de Ávila como destino y la articulación y desarrollo normativo.