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OPINIÓN

Oscuro y preocupante panorama español

José Tomás Cruz | Martes 20 de noviembre de 2018
Ya puestos, reconozcamos que en general, la talla intelectual de nuestros políticos ha experimentado una considerable pérdida de nivel, comenzando por los del partido del Gobierno.

Se otorgan nombramientos, espurios en ocasiones, sin someterlos previamente a la más elemental comprobación sobre su preparación, conocimientos y eficacia en sus cometidos anteriores, lo que conlleva, como ya ha sucedido, a tener que prescindir de sus servicios al poco tiempo, con el consiguiente desdora de la formación en cuestión, cuyos nombres todos conocemos a través de le medios de comunicación.

Existen otros casos que ya han saltado a la palestra como por ejemplo el de la Secretaria de Estado, Cultura y Deporte, María José Rienda Contreras, perteneciente al PSOE, que tiempo atrás montó una sociedad instrumental para percibir derechos de imagen, práctica prohibida por la Agencia Tributaria, y lo que es más grave, a sabiendas que en febrero del 2015 Pedro Sánchez ya había advertido que, si una persona creara una sociedad interpuesta para tributar la mitad de lo que le correspondería, dicha persona, al día siguiente estaría fuera de su Ejecutiva. Si esto es así, y no solo porque lo defienda la oposición, la ciudadanía en general ya está preguntándose a que espera Sánchez para ponerla en la calle o invitándola a que presente su dimisión.

Como en este país nuestro hasta el más tonto hace relojes o tiene algún amigo relojero, la citada María José Rienda, utilizó su sociedad para gestionar su patrimonio inmobiliario, con lo cual tributaba a través del Impuesto de Sociedades y no sobre el Impuesto de las Personas Físicas, lo que le permitía abonar un porcentaje sensiblemente inferior por las ganancias ligadas a su trabajo. La demanda de explicaciones por parte del PP y Cs no ha conseguido el efecto deseado, dado que el Gobierno, al parecer, reafirma su confianza en Rienda, si bien habrá que esperar durante cuanto tiempo continúa manteniendo tal postura. La estrategia en estos casos pasa por aguantar el tirón todo que se pueda y alejarse de las urnas con tal de mantenerse el poder como sea.

El pasado día 17, en la magnífica entrevista realizada al poeta y novelista Álvaro Pombo y publicada en El Mundo, dicho escritor se preguntaba cargado de razón… ¿y que otra cosas podemos hacer con los políticos que tenemos? ¿Cómo no reírse con las declaraciones de la ministra portavoz Celaá? Un cursillo de oratoria efectiva le vendría de perlas a la pobre. Con su teoría de que “no hay que suspender para cuidar la autoestima y no quitarles la consistencia a los alumnos”. Pura locura. Tiene que ser una broma. No le falta razón a Pombo, en efecto, la citada portavoz del PSOE, con cara de susto y su exceso de maquillaje mueve a la hilaridad.

Ante tal estado de cosas, nuestro activo viajero y Jefe del Ejecutivo, con su desafortunada gestión cargada de contradicciones y apelando al silencio como pauta de comportamiento, como se está demostrando, solo cosecha fracaso tras fracaso y las promesas están para cumplirse. Un simple repaso de su trayectoria arroja un salido nefasto. Por sana curiosidad debería publicarse que cantidad la supone al erario público, cualquiera de los viajes que realiza a Sudamérica en compañía de su esposa, motivo y necesidad de los mismos y los beneficios que reporta para el país el citado desplazamiento.

Para mayor descaro, hasta le fecha, los españoles todavía desconocen que ha sucedido con la tesis del presidente, ni siquiera quien la redactó. Sobre la sociedad creada por exministro Pedro Duque, otro tanto de lo mismo. ¿Por qué se mantiene a Dolores Delgado a pesar de reconocerse los contactos que mantuvo con el corrupto comisario Villarejo? Y a sí sucesivamente… ¿Es serio este comportamiento? ¿Hasta donde llegará este rosario de irregularidades que continúan apareciendo en las redes sociales?

Vivir con esta angustia permanente, unido al grave tema de la difícil aprobación de los Presupuestos Generales del Estado, secesionismo catalán, situación económica, paro y un largo etcétera, es lo que la mayoría de los ciudadanos nos planteamos a diario, si bien, Sánchez sigue enrocado, o al menos a sí lo manifiesta, con su idea de mantenerse hasta el final de la presente legislatura. Entendemos que tal majadería y con 84 diputados es prácticamente inviable que su proyecto prospere, aunque tras contemplar como evolucionan los acontecimientos ya nadie se atreve a poner la mano en el fuego por nada ni por nadie… ¡¡Tiempo al tiempo!!

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