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OPINIÓN

¿Cuántas divisiones tiene el Papa, Berlín?

Alejandro A. Tagliavini | Viernes 28 de septiembre de 2018
Mostrando que la soberbia vale entre los violentos, al punto que resultó ser el ganador de la Segunda Guerra Mundial (SGM) consolidando un enorme imperio -la URSS- Stalin, tiempo antes, en mayo de 1935 cuando negociaba con el canciller de Francia un pacto ante el rearme de Alemania, frente al pedido francés de que reduzca la represión a los católicos para evitar el disgusto del Papa, pregunta: “Ah, el Papa... ¿Y cuántas divisiones tiene el Papa?”.

Pero la SGM, aun cuando significó el homicidio de 60 millones, quizás no fue la más aciaga, ni tampoco la guerra de Vietnam perdida frente a unos comunistas -que hoy consumen Coca Cola y Pizza Hut- cada vez más capitalistas por propia voluntad, sin guerras. Más atroz es la guerra “contra las drogas” que solo en México lleva unos doscientos mil muertos.

Un nuevo boom en Wall Street son las productoras de cannabis terapéutico, muchas canadienses. La mayor es Tilray que, desde su salida a bolsa dos meses atrás, multiplicó por 10 su valor alcanzando capitalización bursátil los US$ 20.000 millones, como American Airlines. Días atrás, la acción de Tilray se disparó 96% en una sola rueda del Nasdaq aunque luego, en una sola sesión, cayó 25%.

La canadiense Leviathan Cannabis, cuya capitalización es de US$ 108 millones, lleva ganado, en 12 meses, casi 14.000% en la bolsa de Toronto. Uno de los instrumentos más utilizados por los inversores son los ETF -Exchange Traded Funds- que permiten tomar posiciones sobre índices o stocks físicos como el ETFMG Alternative Harvest, fondo que ganó 42% en nueve meses.

Las multinacionales de gaseosas y de bebidas alcohólicas tienen gran interés, como Constellation Brands -fabricante de la cerveza Corona- que acaba desembolsar US$ 3.800 millones por el 38% de Canopy Growth. Y Coca-Cola y Diageo están evaluando inversiones en cannabis. Peter Thiel, fundador de PayPal y dueño de parte de Tilray, invirtió en una fábrica de cupcakes a base de cannabis, Goodship, y en cosméticos elaborados con el mismo ingrediente, Marley Natural.

Tilray, llegó a valer US$ 20.000 millones, con una facturación de solo US$ 10 millones en el segundo trimestre de 2018. Habrá que ver que el boom bursátil del cannabis no sea un boom pasajero lo que dependerá de cuán rápido se legalice.

Sucede que, aun cuando el consumo recreativo está prohibido -salvo excepciones como California- existe la convicción de que esta restricción será levantada. Canadá legalizará el consumo de marihuana en octubre, siguiendo los pasos de Uruguay. Y hay grandes expectativas de que EE.UU. sea el próximo.

En fin, muchos especialistas afirman categóricamente que el cannabis produce efectos muy perniciosos, de modo que no hay que alentar su consumo sino minimizarlo y tener a la vista y controladas a aquellas personas que consuman. Y para esto nada peor que la guerra, nada peor que la violencia que siempre termina agravando las cosas quedando claro que no es necesaria para que la autoridad sea efectiva.

Desde la frase del ganador de la SGM, el Vaticano sigue vivo y con gran autoridad en el mundo, en tanto que la URSS, el muro de Berlín ha desaparecido sin guerras, en paz -la ausencia de coacción física- que es condición necesaria y suficiente -como nos enseñaron en matemáticas al estudiar ingeniería- de la libertad. La guerra “contra las drogas”, en el futuro, probablemente será vista como la inquisición del Siglo XX.

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