El presidente del Gobierno asegura este miércoles que no va a entrar en "polémica" con Aznar, pero recalca que no a cambiar su política pues hay que mantener "el rumbo marcado".
Así se ha pronunciado el Presidente del Gobierno de España en una rueda de prensa al término del Consejo Europeo celebrado en Bruselas, después de que el ex-presidente Jose María Aznar pidiera anoche una bajada de impuestos inmediata, cumplir el programa electoral del PP y llevar a cabo una acción política más decidida frente a la "languidez de la resignación". Eso, sin olvidarnos que insinuó que podría volver a la política activa.
Pero pese a los intentos de los periodistas -más de cinco preguntas- para que valorase el 'ataque' de Aznar a la gestión de su Ejecutivo, el jefe del Ejecutivo ha optado por rehuir una y otra vez el debate con el actual presidente de FAES. Eso sí, reivindicando las reformas que está realizando para salir de la crisis.
"Tengo por norma no contestar opiniones de ex-presidentes"
En primer lugar se le pidió una valoración por la insinuación de Aznar de volver a la política activa y si cree que eso perjudicaría al PP. "Tengo por norma no comentar jamás las opiniones de expresidentes del Gobierno y, por tanto, no lo voy a hacer", ha contestado Rajoy.
Después se le ha preguntado si estaba molesto y a qué achacaba las críticas del expresidente, que cargos en el PP e incluso de CiU han calificado de "desleal", pero de nuevo ha evitado el cuerpo a cuerpo al asegurar que no le van a encontrar en "ningún comentario o ninguna polémica" con un ex-jefe del Ejecutivo, "y menos con el expresidente Aznar".
En un tercer intento se le ha preguntado si piensa mantener el ritmo y el rumbo de su política económica y ahi Rajoy si ha entrado en el meollo para asegurar rotundo que va a "mantenerlo", ya que, según ha añadido, se están superando los "graves desequilibrios" de la economía en materia de déficit, inflación, sector exterior o reestructuración del sistema financiero.
Tras subrayar que heredó una situación "muy compleja y difícil", ha explicado que ahora el objetivo es crecer y crear empleo porque si eso sucede, ha proseguido, habrá más gente que pague impuestos, se recaudará más y los servicios mejorarán.
Y al hilo del debate abierto en las filas del PP en materia de impuestos o de deficit, motivo por el que algunos de sus barones se habrían rebelado, ha dicho que es "consciente" de que el Gobierno ha tomado decisiones "sobre las cuáles se puede opinar", porque "a unos gustan y a otros no gustan", pero ha insistido que se ha visto obligado por la situación económica del país.
Dicho esto, ha reiterado que en la economía española empiezan a poderse ver "efectos positivos" y va a mantener el rumbo porque permitirá que España "salga de la crisis". "Estamos en el camino de la recuperación económica y, por tanto, no voy a cambiar la política porque si cambiara la política estaría engañando al conjunto de los españoles, porque yo estoy haciendo con mi Gobierno exactamente lo que creemos que debemos hacer", ha enfatizado.
"Hay gente que no comparte mis opiniones"
De nuevo se le ha preguntado si cree que Aznar le fue "desleal" tanto a él como al PP por sus críticas, Rajoy ha vuelto a no querer entrar en más valoraciones asegurando que su "obligación" en este momento es "gobernar, tomar decisiones y sacar adelante" al país de la "difícil" situación y es que en opinión de Rajoy, después de cinco años de crisis se están dando pasos en la "buena dirección", aunque haya "mucha gente" que "no comparte sus opiniones".
"En cualquier caso, el Gobierno está absolutamente convencido de que hace lo que tiene que hacer y que vamos a superar esta situación y esto es le que le corresponde al presidente del Gobierno", ha agregado. Y en cuanto a si los votantes del PP pueden sentirse 'descolocados' por las duras palabras de Aznar cuestionando su gestión, el jefe del Ejecutivo se ha limitado a decir, muy a la gallega, que él tiene que "preocuparse de lo que tiene que preocuparse".