Cierre de filas

Hace apenas cuatro años, cuando Gürtel estalla, Rajoy compareció rodeado de todos sus barones para recalcar que el partido "nada" tenía que ver con el escándalo y que todas las contrataciones del PP se habían hecho en el marco de la legalidad, llegando a acusar el 11 de febrero de 2.009 de que la trama iba contra el PP.

La última reunión del Comité Ejecutivo se produjo el pasado 21 de enero, día en que Rajoy anunció ante los suyos la “apertura” de dos auditorías – una interna y otra externa- en respuesta a las informaciones sobre una cuenta en Suiza del extesorero Luis Bárcenas en la que habría llegado a acumular hasta 22 millones y el presunto pago de sobresueldos a parte de la cúpula del PP.

Las reacciones son diversas aunque todas en la misma dirección: defender la honorabilidad del PP.

El presidente de Extremadura, José Antonio Monago, ha pedido que se aceleren las auditorías para esclarecer este asunto, José Ramón Bauzá, presidente de Baleares, pide esperar a que se acaben las mismas. "Aquél que no haya hecho las cosas bien que responda ante la justicia", ha agregado. Por su parte, el presidente murciano, Ramón Luis Valcárcel, ha calificado a Bárcenas de "gentuza" y ha indicado que espera que caiga sobre él toda la ley "si hay cosas fuera de la legalidad".

También otros barones del PP se han pronunciado de forma similar, instando a "investigar y auditar a fondo" para aclarar la situación, como el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, que ha asegurado que es un caso "grave" y los ciudadanos "tienen derecho a conocer su contenido y alcance” y por su parte, el presidente valenciano, Alberto Fabra, ha defendido la "honradez, dignidad y saber hacer" del PP. "Me creo lo que dice mi partido y confío en que se pueda demostrar que en el PP no ha habido nada", ha añadido.