La ministra de Igualdad, Ana Redondo, ha presentado la campaña «Porno, por no hablar», enfocada en promover una educación sexual positiva que fomente la igualdad y el respeto. La iniciativa busca sensibilizar sobre el impacto del consumo de pornografía entre adolescentes, quienes inician su exposición a este contenido entre los 8 y 10 años. Actualmente, el 60% de los jóvenes consume pornografía, lo que puede afectar negativamente su desarrollo emocional y sus relaciones interpersonales. La campaña destaca la importancia de la educación afectivo-sexual para ayudar a los adolescentes a desarrollar un pensamiento crítico frente a estos contenidos y prevenir actitudes deshumanizadoras y violentas en sus relaciones.
La ministra de Igualdad, Ana Redondo, ha dado a conocer la nueva campaña institucional titulada «Porno, por no hablar», cuyo enfoque principal es la promoción de una educación sexual positiva que se fundamenta en la igualdad y el respeto mutuo. Este esfuerzo busca sensibilizar a la población sobre el creciente problema del consumo de pornografía entre los adolescentes.
Durante la presentación, Redondo destacó que el primer contacto de los jóvenes con la pornografía ocurre entre los 8 y 10 años. En España, se estima que seis de cada diez adolescentes consumen este tipo de contenido, y casi la mitad de ellos reconoce ver "demasiada" pornografía. La ministra subrayó que esta etapa de desarrollo es crucial, ya que coincide con importantes cambios psicológicos y sociales.
Los expertos han advertido que el alto consumo de pornografía durante la adolescencia puede tener efectos perjudiciales en el desarrollo sexual, las relaciones interpersonales y la construcción de la identidad. Redondo argumentó que gran parte del contenido disponible en internet es violento y machista, deshumanizando a las mujeres al tratarlas como meros objetos sexuales y promoviendo actitudes violentas en las relaciones.
De acuerdo con estudios recientes, un 30% de los adolescentes accede accidentalmente a contenido pornográfico, mientras que seis de cada diez jóvenes creen que este material influye significativamente en sus experiencias sexuales. La ministra enfatizó que actualmente muchos jóvenes están formándose o deformándose en sus relaciones afectivo-sexuales a través del porno, lo que resalta la necesidad urgente de abordar estas cuestiones en diversos entornos como el familiar, escolar y social.
La campaña «Porno, por no hablar» también tiene como objetivo resaltar la importancia de una educación afectivo-sexual adecuada. Esta educación es esencial para proporcionar a los adolescentes herramientas críticas frente al consumo de pornografía y ayudarles a identificar conductas riesgosas que podrían afectar su desarrollo personal. Redondo concluyó afirmando que el problema del consumo de pornografía trasciende lo individual y plantea un desafío significativo desde una perspectiva social y psicológica.
| Cifra | Descripción |
|---|---|
| 8-10 años | Edad promedio del primer contacto con la pornografía. |
| 60% | Porcentaje de adolescentes que consumen pornografía. |
| 50% | Porcentaje de adolescentes que admiten ver demasiada pornografía. |
| 30% | Porcentaje de adolescentes que acceden al porno de forma accidental. |
| 60% | Porcentaje de jóvenes que creen que el porno les influye mucho o bastante en sus relaciones sexuales. |
El objetivo de esta campaña es sensibilizar a la población sobre el problema del consumo de pornografía en la adolescencia y promover una educación sexual positiva basada en la igualdad y el buen trato.
El primer contacto con la pornografía se da entre los 8 y 10 años, según la ministra de Igualdad, Ana Redondo.
En España, 6 de cada 10 adolescentes consume pornografía, y casi la mitad admite que "ve demasiada".
La ministra ha señalado que el alto consumo de pornografía puede ser perjudicial para el desarrollo de su sexualidad, sus relaciones de pareja y la construcción de su identidad. Además, muchos jóvenes consideran que el porno les influye "mucho o bastante" en sus relaciones sexuales.
La campaña busca recordar la importancia de la educación afectivo-sexual para dotar a los adolescentes de un razonamiento crítico frente a las violencias y el consumo de pornografía, ayudándoles a identificar conductas de riesgo que pueden afectar negativamente su desarrollo.