Yolanda Díaz, ministra de Trabajo y Economía Social, ha destacado en Ginebra la importancia de la estabilidad laboral y el trabajo decente para la salud mental de los trabajadores. Durante su participación en la Academia Europea de Salud Psicológica Ocupacional, subrayó que políticas como la Reforma Laboral y el aumento del Salario Mínimo Profesional han mejorado las condiciones laborales y reducido la precariedad. Díaz enfatizó que un empleo estable es fundamental para el bienestar mental, y mencionó iniciativas como la reducción de jornada laboral y permisos por cuidado que apoyan a las trabajadoras. También abogó por una cultura de prevención en salud mental en el ámbito laboral y por normativas específicas a nivel internacional para abordar los riesgos psicosociales.
La ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, ha participado en la Academia Europea de Salud Psicológica Ocupacional en Ginebra, Suiza, donde abordó las políticas públicas que promueven el bienestar laboral. Durante su intervención, destacó que «hemos construido la economía del empleo como un elemento de bienestar. El trabajo debe ser estable, digno y con derechos».
Díaz subrayó que medidas como la Reforma Laboral han sido clave para erradicar abusos relacionados con la temporalidad y para fomentar la estabilidad en el empleo. Según sus declaraciones, esta reforma ha mejorado las condiciones laborales de millones de trabajadores. La ministra enfatizó que «no hay nada que propicie más daño en la salud mental que alguien que vive de forma precaria».
En su discurso, también defendió el aumento del Salario Mínimo Profesional como un avance significativo en la lucha contra la desigualdad y en la mejora de las condiciones laborales, especialmente para mujeres y jóvenes. «No hay mayor malestar que no llegar a fin de mes. Es la herramienta más feminista», afirmó Díaz.
La ministra anunció que se continúa trabajando en la reducción de la jornada laboral, argumentando que el siglo XXI ofrece herramientas para trabajar menos y producir más. Aseguró que este aspecto está estrechamente relacionado con la salud mental de los trabajadores.
Desde el Ministerio de Trabajo se han implementado diversos permisos por cuidado y se han ampliado los existentes para atención a menores. Díaz destacó que «el factor cuidado vinculado a las mujeres es un factor de riesgos laborales clave», advirtiendo sobre el impacto negativo que esto tiene en la salud de las trabajadoras.
Las políticas orientadas a garantizar seguridad y estabilidad laboral son fundamentales para reducir la presión mental sobre los trabajadores. En este sentido, mencionó ejemplos como la ampliación a 10 días del permiso por fallecimiento y la introducción de un permiso por cuidados paliativos.
A nivel internacional, Díaz comentó sobre los esfuerzos realizados para incluir los riesgos psicosociales en el ámbito laboral. Durante la presidencia española de la Unión Europea, se promovieron las primeras conclusiones del Consejo de Empleo, Política Social, Sanidad y Consumidores, enfocándose en cómo la precariedad laboral afecta a la salud mental.
Finalmente, abogó por invertir en una cultura preventiva respecto a la salud mental en el trabajo. «Los riesgos psicosociales son el fruto de décadas de desprecio por las condiciones laborales», concluyó Díaz, haciendo un llamado a tomar seriamente esta cuestión e impulsar normativas específicas a nivel internacional.
Yolanda Díaz ha expuesto las políticas públicas en materia laboral que ha impulsado para promover la salud y bienestar de las personas trabajadoras, destacando que el trabajo debe ser estable, digno y con derechos.
La Reforma Laboral ayuda a eliminar los abusos en la temporalidad y extender la estabilidad en el empleo, lo que mejora las condiciones de trabajo y reduce la precariedad, un factor que afecta negativamente a la salud mental.
El incremento del Salario Mínimo Profesional ha sido importante para reducir la desigualdad, mejorar las condiciones laborales y disminuir notablemente la brecha salarial de mujeres y jóvenes.
Díaz ha señalado que se está trabajando en la reducción de jornada como una medida ligada a la salud mental de los trabajadores, sugiriendo que el siglo XXI tiene herramientas para trabajar menos y producir más.
Se han desplegado políticas públicas como la Estrategia de Salud y Seguridad en el Trabajo, incorporando integralmente la salud mental, así como regulaciones específicas para colectivos históricamente discriminados.
A nivel internacional, se ha promovido la inclusión de riesgos psicosociales en el trabajo y se aboga por invertir en construir una cultura de prevención en favor de la salud mental laboral.