Un funcionario de la prisión de Brieva, acusado de facilitar un teléfono móvil a Ana Julia Quezada, ha negado su implicación en este caso ante el juez. Quezada cumple una pena de prisión permanente revisable por el asesinato del niño Gabriel Cruz. El funcionario enfrenta cargos por cohecho, relacionado con un supuesto trato de favor a cambio de relaciones sexuales con la reclusa. La noticia se desarrolla en el contexto judicial y penal en Castilla y León.
Uno de los funcionarios de la prisión de Brieva, ubicada en Ávila, se encuentra en el centro de un escándalo tras ser acusado de facilitar un teléfono móvil a Ana Julia Quezada. Esta reclusa cumple una condena de prisión permanente revisable por el asesinato del niño Gabriel Cruz en Níjar, Almería.
Durante su declaración ante el juez que investiga el caso, el funcionario negó categóricamente su implicación en lo que se ha calificado como un trato de favor. Según las acusaciones, este supuesto acto habría estado motivado por la posibilidad de obtener relaciones sexuales con Quezada.
La situación ha suscitado un intenso debate sobre la ética y la conducta dentro del sistema penitenciario. La defensa del funcionario argumenta que no existen pruebas suficientes para sostener las acusaciones en su contra, mientras que la fiscalía mantiene que hay indicios claros de irregularidades.
Este caso pone de relieve las complejidades y desafíos a los que se enfrenta el personal penitenciario al gestionar relaciones con internos, especialmente en situaciones tan delicadas como esta.
Ana Julia Quezada es una reclusa que cumple pena de prisión permanente revisable por el asesinato del niño Gabriel Cruz en Níjar, Almería.
Se les imputa un delito de cohecho por facilitar un móvil a Ana Julia Quezada.
Uno de los funcionarios ha negado su implicación en los hechos y en el supuesto trato de favor a cambio de relaciones sexuales con la reclusa.
El caso tiene lugar en la prisión de Brieva, ubicada en Ávila, Castilla y León.
La noticia fue publicada el 14 de mayo de 2025.