Yolanda Díaz, ministra de Trabajo y Economía Social de España, ha subrayado la importancia del salario mínimo como una herramienta clave para combatir la desigualdad, la precariedad y la exclusión social durante su intervención en el Foro de Alto Nivel de la OCDE en París. Díaz enfatizó que el salario mínimo no solo promueve la justicia de género al cerrar las brechas laborales entre hombres y mujeres, sino que también impulsa el crecimiento económico. En el foro se discutieron temas cruciales como la inteligencia artificial y su impacto en el mercado laboral, así como la necesidad de salvaguardias para proteger a los trabajadores. La ministra también abordó la reducción de la jornada laboral y su relación con las políticas climáticas, destacando la importancia de adaptar las políticas laborales a los desafíos actuales.
En el marco del Foro de Alto Nivel de la OCDE, titulado “Nuevas fronteras de la política social: invirtiendo en el futuro”, celebrado en París, la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, ha subrayado la importancia del salario mínimo interprofesional (SMI) como una herramienta clave para combatir la desigualdad y la precariedad laboral. Durante su intervención, Díaz destacó que las políticas implementadas por su ministerio buscan garantizar un crecimiento económico que también promueva la justicia social, alineándose con los principios defendidos por la OCDE.
La ministra afirmó que “el salario mínimo no solo es compatible con el crecimiento económico, sino que lo impulsa”. Además, enfatizó que se trata de “una medida de justicia de género”, ya que un salario mínimo digno contribuye a cerrar las brechas existentes entre hombres y mujeres en el mercado laboral.
En este foro se abordaron temas cruciales que influirán en las políticas laborales futuras, tales como la inteligencia artificial, la digitalización y el cambio climático. Yolanda Díaz hizo hincapié en el impacto positivo de la inteligencia artificial en la vida laboral, pero advirtió sobre la necesidad de establecer salvaguardas firmes para prevenir sesgos y abusos. También abogó por una participación activa de los sindicatos en la regulación de estos procesos y por proteger el derecho a la formación tecnológica para todos los trabajadores.
Otro tema tratado fue la reducción de la jornada laboral sin disminución salarial, una iniciativa que está siendo promovida en España. Según Díaz, esta reforma representa “una de las grandes reformas del siglo XXI” en respuesta a los cambios tecnológicos, climáticos y demográficos.
Díaz también abordó el feminismo como un motor transformador que trasciende la lucha por la equidad entre géneros. En su opinión, debe ser considerado un “antídoto contra todas las formas de desigualdad”. La lucha contra la discriminación, especialmente respecto a los derechos LGTBI, fue otro punto destacado; según ella, “no es opcional, es un deber” del gobierno proteger estos derechos. “Proteger la diversidad es proteger la libertad y la democracia”, insistió.
La jornada incluyó reuniones bilaterales significativas. Yolanda Díaz se reunió con Mathias Cormann, secretario general de la OCDE, para discutir temas relevantes como el impacto de la inteligencia artificial en el empleo. Posteriormente, tuvo encuentros con Veronica Nilsson, secretaria general del Trade Union Advisory Committee (TUAC), quien mostró interés por el proyecto legislativo sobre reducción de jornada laboral actualmente en trámite.
Además, Díaz intercambió ideas con Marath Bolaños, secretario de Trabajo mexicano, para fortalecer los vínculos entre ambos países en materia laboral. Ambos comparten objetivos comunes para combatir la desigualdad mediante incrementos significativos del SMI.
La ministra culminó su jornada participando en un debate titulado “Las democracias europeas frente a la aceleración reaccionaria”, organizado por Le Grand Continent en París.
Yolanda Díaz destaca el salario mínimo como una herramienta esencial para combatir la desigualdad, la precariedad y la exclusión, afirmando que no solo es compatible con el crecimiento económico, sino que lo impulsa.
La ministra señala que el salario mínimo es “una medida de justicia de género”, contribuyendo a cerrar las brechas que aún sufren las mujeres en el mercado laboral.
En el foro se discutieron temas relacionados con el mercado laboral, como la inteligencia artificial, la digitalización y el cambio climático, así como políticas para garantizar un crecimiento inclusivo y justo.
Díaz aboga por establecer salvaguardas firmes para prevenir sesgos y abusos derivados de la inteligencia artificial, además de resaltar la importancia de la participación activa de los sindicatos en esta regulación.
La ministra considera que la reducción de jornada laboral sin reducción salarial es una de las grandes reformas del siglo XXI, respondiendo a las transiciones tecnológicas, climáticas y demográficas.
Díaz enfatiza que garantizar los derechos de las personas LGTBI no es opcional, sino un deber gubernamental, defendiendo que proteger la diversidad es fundamental para la libertad y democracia en las sociedades.