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ÁVILA

Barcones preside en Ávila la Comisión de Coordinación del Plan de Vialidad Invernal 2023-2024

Beatriz Hidalgo | Jueves 16 de noviembre de 2023
La delegada del Gobierno en Castilla y León, Virginia Barcones, ha presidido en Ávila la Comisión de Coordinación del Plan de Vialidad Invernal 2023-2024. Dicho plan contará con un amplio dispositivo de medios humanos y mecánicos para hacer frente a la nieve y otros fenómenos meteorológicos extremos que puedan afectar a la Red de Carreteras del Estado de Castilla y León. El dispositivo cuenta con 451 máquinas quitanieves para cubrir los 5.600 kilómetros de la Red de Carreteras del Estado y más de 3.000 efectivos.

La Comisión de Coordinación del Plan de Vialidad Invernal en Castilla y León está presidida por la delegada del Gobierno y la componen los nueves subdelegados del Gobierno, los dos responsables de las Demarcaciones de Carreteras de Castilla y León (Occidental y Oriental), Guardia Civil, Dirección General de Tráfico, Cuerpo Nacional de Policía, Protección Civil del Estado, Agencia Estatal de Meteorología y la Unidad Militar de Emergencias.

Durante la reunión se ha analizado el protocolo de la Delegación del Gobierno en Castilla y León así como la coordinación de los órganos de la Administración General del Estado situaciones meteorológicas.

Se trata de un protocolo en el que toman parte los efectivos y medios de la Administración General del Estado (AGE). Un protocolo en el que es esencial y fundamental la colaboración y coordinación con la Junta de Castilla y León, las diputaciones provinciales y los ayuntamientos así como con comunidades autónomas limítrofes. “Esta coordinación es necesaria para una correcta implementación de plan de vialidad cuyos beneficiarios finales son los usuarios de nuestras carreteras”, ha señalado Virginia Barcones.

La delegada del Gobierno ha explicado que la Administración General del Estado está preparada para “actuar de manera inmediata” ante nevadas o fenómenos meteorológicos extremos que afecten a las condiciones del estado de las carreteras. El objetivo final es que, ante este tipo de fenómenos, se tomen decisiones de “manera inmediata” y así “evitar o reducir al máximo” el número de tramos con restricciones al tráfico o retenciones así como su duración. “Por supuesto, asegurar la atención a las personas que ocupan los vehículos cuando las circunstancias lo hagan necesario”, ha aseverado Barcones.

Con las instrucciones que recoge el protocolo se intenta, primero, prevenir la formación de placas de hielo sobre las calzadas cuando se esperan heladas. En caso de nevadas, retirar con celeridad y eficacia la nieve para minimizar las perturbaciones al tránsito de vehículos. Y también, informar a los usuarios de las carreteras de cualquier incidencia con la antelación suficiente.

La campaña de vialidad invernal estará vigente hasta el 30 de abril de 2024. No obstante, los equipos están preparados por si, una vez superada esa fecha, se produce un episodio en el que es necesaria su intervención. “Todos sabemos que el tiempo se está volviendo un poco irregular debido al cambio climático y como consecuencia de ello cada vez son más comunes fenómenos meteorológicos extremos en cualquier momento”, ha expresado la delegada.

AMPLIO ABANICO DE RECURSOS

Por Castilla y León discurren más de 5.600 kilómetros de carreteras de titularidad estatal, de los que 2.400 son autovías y autopistas y 3.200 son vías convencionales. A lo largo del todo el año se realizan trabajos de mantenimiento y conservación de las carreteras del Estado con el objetivo de que se encuentren en las mejores condiciones posibles.

La delegada del Gobierno ha señalado que más 3.000 profesionales, procedentes de diferentes departamentos y con funciones diversas, trabajarán en el correcto desarrollo del Plan de Vialidad 2023-2024 cuando “las condiciones lo requieran”.

Al respecto ha explicado que se trata de una estimativa, porque pueden ser muchos más. Así, por ejemplo, cualquiera de los 7.000 guardias civiles que hay en Castilla y León o de los 3.000 policías nacionales. O incluso de los 3.500 militares con los que cuenta la UME que se apoyan y complementan. En la BIEM V, con base en León, son 500 efectivos. “Se trata de una cifra estimativa por los efectivos pueden ser muchos más en caso de necesidad. Es de sobra conocida la capacidad de adaptación y de movilización que, en caso de ser necesario, poseen tanto Guardia Civil como la UME. Lo han demostrado en muchas ocasiones”, ha expresado la delegada.

Concretando cifras, se trata de 1.250 personas adscritas a las demarcaciones de Carreteras Occidental y Oriental, contando además con las de las empresas que tienen adjudicadas las labores de conservación de los distintos sectores en los que se divide la comunidad autónoma.

Hay además 1.300 agentes de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil de Tráfico y los 500 efectivos que la UME en el Quinto Batallón de Intervención de Emergencias de León.

A todas estas personas hay que sumar las 150 que forman los Comités Ejecutivos de Emergencias y las que trabajan en el Centro de Control de Tráfico de la DGT y en la Agencia Estatal de Meteorología.

Virginia Barcones ha reconocido la importancia de contar con un capital humano profesional y comprometido para paliar los efectos de la nieve. Igualmente ha subrayado que es imprescindible dotar a ese capital humano de las mejores herramientas posibles.

En este sentido, ha explicado que el Plan de Vialidad Invernal dispone de 451 máquinas quitanieves. “Tenemos capacidad para almacenar 88.000 toneladas de sal sólida en los 265 depósitos y silos distribuidos en puntos estratégicos de nuestra red viaria”, ha añadido. Igualmente, se dispone de 74 plantas de fabricación de esa mezcla de sal y agua, la salmuera, que previene la formación de placas de hielo, y 72 depósitos con capacidad para almacenar 5,3 millones de litros de ese producto. La Dirección General de Tráfico posee además 73 estaciones meteorológicas que se unen a las 93 estaciones automáticas y las 245 estaciones manuales que tiene AEMET para intentar pronosticar el tiempo y recoger datos de fenómenos meteorológicos.

A estos medios técnicos hay que sumar los que tiene el Centro de gestión de Tráfico de Castilla y León, que controla las carreteras de la Comunidad durante 24 horas al día los 365 del año gracias a un circuito cerrado de televisión compuesto por 105 cámaras, 148 paneles de mensajes variables y más de 800 detectores de tráfico. “La labor que desarrolla el Centro de Gestión de Tráfico en Castilla y León siempre es importante y ese trabajo cobra especial relevancia en situaciones de condiciones meteorológicas adversas”, ha advertido la delegada.

La presentación del Plan de Vialidad Invernal ha tenido lugar en el Centro de Conservación de Carreteras de Ávila. En esta provincia, la Unidad de Carreteras contará con 24 quitanieves permanentes, tres depósitos y 17 silos para fundentes con capacidad para 3.170 toneladas, y tres plantas con capacidad para fabricar y almacenar 165.000 litros de salmuera. Si se suman elementos de apoyo de provincias colindantes, la provincia de Ávila llegará a contar con hasta 40 quitanieves, seis depósitos y 19 silos con capacidad para 4.550 toneladas de sal y seis plantas para el almacenamiento de salmuera con capacidad para 254.000 litros de esta mezcla de sal y agua.

Por otra parte, para facilitar y hacer más operativo el establecimiento de las restricciones a la circulación y evitar situaciones de embolsamientos, Castilla y León posee 541 espacios para estacionamiento de vehículos. Se localizan 53 en Ávila, 119 en Burgos, 76 en León, 21 en Palencia, 70 en Salamanca, 63 en Segovia, 33 en Soria, 39 en Valladolid y 67 en Zamora. En ellos podrán estacionar de manera ordenada los vehículos que tengan restringida su circulación temporalmente en situaciones de nevada.

COLABORACIÓN CIUDADANA

Con estos números en la mano, Virginia Barcones ha señalado que los ciudadanos deben saber que el Gobierno de España cuenta “con medios humanos y materiales suficientes para tratar de paliar los posibles efectos negativos que para el tráfico suponen la nieve y otros fenómenos meteorológicos adversos”.

La delegada ha añadido que, pese a todos estos medios materiales y humanos, y pese a la “buena disposición y el compromiso para que no haya inconvenientes en las carreteras”, a veces éstos se producen. En situaciones de intensas nevadas, de fenómenos meteorológicos extremos, hay que adoptar medidas como exigir el uso de cadenas, recomendar circular por determinadas vías e incluso prohibir transitar por ciertos tramos. Ante este tipo de circunstancias, si llegaran a darse, ha pedido a los ciudadanos “comprensión y colaboración”.

Al respecto ha recordado a los ciudadanos la importancia de estar atentos a las informaciones “oficiales”, y en especial a los boletines informativos que ofrecen la Agencia Estatal de Meteorología o la Dirección General de Tráfico a través de la red social X (antes Twitter). También a través del teléfono 011, la web inforcar.dgt.es o la aplicación de la DGT. No ha obviado tampoco el papel importante que juegan los medios de comunicación para difundir la información que ofrece AEMET y la DGT sobre fenómenos meteorológicos y cómo afectan a la red viaria. “Es muy importante tener en todo momento bien informada a la ciudadanía sobre las previsiones meteorológicas y el estado de las carreteras. Y más cuando, ante situación de fenómenos meteorológicos extremos, las condiciones viales pueden cambiar en un periodo muy corto de tiempo”, ha subrayado la delegada

FASES DEL PROTOCOLO

El Protocolo de la Delegación del Gobierno en Castilla y León para la ‘Coordinación de actuaciones de los órganos de la Administración General del Estado ante nevadas y otras situaciones meteorológicas extremas que puedan afectar a la Red de Carreteras del Estado en Castilla y León’ establece que se podrá declarar fase de alerta, preemergencia o emergencia según las condiciones meteorológicas y el estado de la vía. Cada fase tiene una intensidad de respuesta, de actuación por parte del Gobierno de España. Son las siguientes:

  • La fase de alerta se declarará cuando la AEMET emita boletines de aviso por nevadas con niveles rojo o naranja, o amarilla por nevadas en aquellas áreas correspondientes a las capitales de provincia o municipios de más de 20.000 habitantes, así como cuando lo aconseje la valoración de las circunstancias específicas que concurran (lugar, horario, día de la semana, etc.).

El solo hecho de activar esta fase significa que las unidades de Carreteras movilizan a sus medios en la zona en la que se activa. En concreto, las esparcidoras de sal y fundentes, y las máquinas quitanieves. Significa también que la Guardia Civil despliega a sus efectivos de Tráfico, así como la preparación del equipamiento del Centro Gestión Tráfico (CGT) en los puntos de desvío a zonas de embolsamiento. Supone igualmente que se realizan las previsiones necesarias por si hubiera que reunir al Comité Ejecutivo.

  • La fase de preemergencia se declarará cuando la intensidad de la nevada haga prever dificultades para la circulación o la nieve caída en la calzada, el hielo o cualquier otra circunstancia dificulte efectivamente la circulación en algún tramo de la Red de Carreteras del Estado.

Implica, entre otras medidas, la puesta en funcionamiento permanente del Centro de Coordinación Operativa de la Delegación del Gobierno y el de las subdelegaciones de Gobierno implicadas, estableciendo los Puestos de Mando Avanzados asociados a los tramos de la Red de Carreteras del Estado que por su situación lo requieran, con previsión de apoyo por las Fuerzas de la Comandancia de la Guardia Civil.

Además, puede suponer el establecimiento y cese, en su caso, de restricciones a las condiciones normales de circulación, como la circulación con cadenas, o prohibido circular o restricción para vehículos pesados.

Si la situación lo requiere, se podrá incrementar el despliegue de efectos de la Guardia Civil para intensificar los puntos de control y las medidas restrictivas a la circulación, y movilizar grúas para retirar vehículos inmovilizados que dificulten las actuaciones. En caso de necesidad, se podría solicitar la intervención de la UME.

Cuando resulte necesario prestar atención a personas que han quedado bloqueadas o retenidas y no pueden seguir su viaje por medios propios, se declarará la fase de emergencia. En tales casos, se debe destacar la firma entre la Delegación del Gobierno en Castilla y León y la Consejería de Fomento y Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León del ‘Protocolo de gestión de la atención a personas bloqueadas o retenidas en carreteras de Castilla y León ante una situación declarada de emergencia por fenómenos meteorológicos adversos’, que supone un sistema ágil, sencillo y coordinado para poder asistir a las personas que estén bloqueadas o retenidas en situaciones de emergencia.

Por otra parte, los niveles de riesgo que establece la DGT son los siguientes:

  • Nivel Verde. Comienza a nevar. Se pide prudencia y estar atento al parte meteorológico.
  • Nivel Amarillo. Hay nieve en la calzada. Poco cubierto. Se pide circular con precaución y se prohíbe el tránsito a camiones y articulados.
  • Nivel Rojo. La calzada está completamente cubierta de nieve. Sólo pueden circular turismos con cadenas o neumáticos especiales. Se prohíbe circular a camiones, articulados y autobuses.
  • Nivel Negro. La carretera se encuentra intransitable (mucho espesor) y se prohíbe la circulación. Cerrada al tráfico.

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