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OPINIÓN

De un volcán a Puigdemont

(Foto: UME).
José Luis Úriz Iglesias | Lunes 27 de septiembre de 2021
El carácter cinéfilo que me impregna, me lleva a iniciar esta reflexión con el recuerdo de aquel excelente documental que con el título “Setiembre negro”, reflejaba y analizaba la historia de toma de rehenes entre los atletas israelíes y posterior asesinato de 11 de ellos, durante las Olimpíadas de Múnich de 1972, por parte de un comando terrorista palestino, y que trajo como consecuencia una sangrienta y cruel represalia del estado de Israel.

Aquella tragedia se denominó así y aunque cada mes del año tiene diferentes aniversarios y acontecimientos negros, este de 2021 está siendo especial.

Comenzó con los del golpe de estado de Chile contra el presidente electo, Salvador Allende y el de los atentados contra las Torres Gemelas de NY y el Pentágono en Washington, que cambiaron el mundo.

Sin darnos ni siquiera un respiro al mediodía del pasado 19 entraba en erupción un volcán en la canaria isla de La Palma, la llamada hasta ahora “isla bonita”, y nos llenaba a todos de zozobra y angustia.

La naturaleza de nuevo se mostraba con toda su fuerza enseñando al ser humano lo diminuto que es, que construir nuestros espacios en una zona que le pertenece resulta extremadamente peligroso.

Ya nada volverá a ser como antes en La Palma, como tampoco lo será en los lugares que a los pocos días fueron destrozados por una nueva Dana.

¿Tienen alguna relación ambos fenómenos? Probablemente nunca lo sabremos, pero sí parece indicar que esa misma naturaleza nos esté avisando, de que el maltrato a la que la estamos sometiendo tiene consecuencias y que ese comentario tachado de agorero de que “a este mundo lo quedan dos telediarios” quizás no esté tan alejado de la realidad.

También lo que allí está ocurriendo pone en evidencia el carácter morboso de la sociedad actual, comenzando por los medios de comunicación y terminado por las gentes que como crueles curiosos acuden allí en busca de noticias e imágenes negras, al margen del sufrimiento que originen a las personas afectada.

Cada vez ciertos MCS se asemejan más a aquella publicación que existió durante el final del franquismo, “El caso” y que un número importante de la población consumía ávidos de noticias macabras.

Incluso algunos políticos han caído en esa trampa, como la ministra de turismo, Reyes Maroto, que en un alarde de “sensatez” señaló “La erupción del volcán de La Palma es un reclamo para la llegada de turistas a la isla”.

No es la primera vez que mete la pata, también lo hizo en varias ocasiones durante la pandemia y no se entiende que Pedro Sánchez la mantenga contra viento y marea, cuando en cualquier país del mundo habría sido cesada fulminantemente.

Sin interrupción para poder recuperarnos, nos encontramos de repente con la noticia de la detención en la noche del 23 del prófugo Carles Puigdemont, por orden del juez del Tribunal Supremo, Pablo Llarena.

Ignoro cómo debemos identificar a dicho juez si como conservador o como progresista, aunque podremos llegar a alguna conclusión si tenemos en cuenta que ha sido en el momento más inoportuno para el gobierno, en pleno inicio de la negoción de la mesa de diálogo abierta con el Gobern de Catalunya y de negociación del techo de gasto y los presupuestos 2022 con ERC, vitales para poder finalizar la legislatura en un momento clave para la recuperación económica.

Algún día los poderes del estado deberán recuperar el espíritu de la Transición, entendiendo que una cosa es poner palos en la rueda de gobierno y oposición y otra muy diferente que eso traiga como consecuencia un perjuicio para el país. Pero de momento eso no es así.

También pudiera ocurrir que fuera un ardid, una estratagema del propio Puigdemont que veía como poco a poco su figura se iba diluyendo, con cada vez menos influencia en Catalunya y haya considerado que así recuperaba su protagonismo.

Siguiendo el dicho popular; “entre todos la mataron y ella sólo se murió”.

Llarena y Puigdemont juntos en una cabriola del destino y el resto, incluidos gobierno de España y de Catalunya, PSOE, Podemos y ERC de nuevo al borde del abismo.

Incluso la fecha elegida, a una semana del 1-O, puede no ser casualidad. Si este aniversario ya preveía caliente ahora puede alcanzar la temperatura de la lava que sale del volcán de La Palma.

Cabe esperar y desear que especialmente PSOE y ERC, Sánchez y Aragonés demuestren su talla de estadistas y su cordura e ignoren las provocaciones de quienes están dispuestos a entorpecer como sea la posibilidad abierta de diálogo. Se lo deben a España y a Catalunya.

Mientras tanto este Septiembre negro también nos ha traído las peligrosas consecuencias de la manifestación de nazis por el barrio de Chueca, y el estancamiento de las negociaciones sobre la renovación del CSPJ.

Agosto terminó con la terrible retirada de EE.UU. de Afganistán y este así. Esperemos que el próximo Octubre nos traiga noticias mejores, aunque no tiene muy buena pinta, porque como todos comienza el 1 y ya sabemos lo que puede ocurrir esa fecha.

Veremos.

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