|
|||
OPINIÓN | |||
En defensa de Occidente (XXXIV) |
|||
Por Carlos González | |||
¿Por qué es tan importante la Multilateralidad? Responder a esta pregunta quizá sea la explicación de qué es Occidente, su historia, su ventaja competitiva y, también, el porqué de la afirmación rotunda de que vencerá en este conflicto para ejercer “El Liderazgo Cultural” sobre el planeta Tierra. |
|||
La única -y enorme- diferencia de Occidente con todas las demás culturas y civilizaciones es que ha superado la “Unilateralidad” y ha descubierto la gran ventaja competitiva de la “Multilateralidad”. Es un conocimiento técnico que ha adquirido. Un paso trascendente para alcanzarla es que se han abandonado -algo que los demás no han hecho- las creencias y dogmas inventados con la imaginación, para, tal como nos enseño Aristóteles, mirar a la naturaleza, aprender de ella, e ir extrayendo las reglas que la rigen, que son las que convertimos en Conocimientos Objetivos, a los que llamamos “Científicos”. Ellos son los que nos diferencian de otras culturas porque nos permiten tomar decisiones y avanzar con seguridad en nuestros pasos, porque están basados sobre verdades reales y no sobre elucubraciones, tradiciones, o mundos mágicos que solo están en nuestras cabezas. En este caso, la “Multilateralidad” no es una ideología concreta. No es una creencia o dogma moral en el que nos apoyamos. No es una costumbre cultural, ni una forma personal de entender la vida. No. La “Multilateralidad” es un profundo conocimiento de la Psicología social, en este caso de la Colectiva. ¿Por qué? Porque cuando una persona actúa según su criterio, no contrasta con los demás sus visiones u opiniones, y va, generalmente, de error en error. Cuando coopera con los demás, todos aportan sus pequeños conocimientos y muchos errores se van corrigiendo por el camino. De ahí que la afirmación sea rotunda, “El rendimiento de un grupo siempre es superior al mejor de sus componentes”. Esto mismo sucede, aún más perfeccionado, en uniones internacionales de estados. Cuando un estado concreto toma decisiones sobre sus intereses, sus actuaciones suelen ser injustas y tendiendo a despóticas. Cuando es una organización multilateral de estados, las decisiones siempre son mucho más democráticas, trasparentes, justas y equilibradas. En ellas no cabe la dictadura o la imposición por la fuerza, siempre han de ser adoptadas e implementadas por el acuerdo, el consenso y el equilibrio. La “Multilateralidad” no es una idea, pose o moda. Menos aún una creencia. Es un Conocimiento exhaustivo de la Psicología humana, tanto individual como colectiva, que nos explica cómo nos comportamos los seres humanos a la hora de evaluar y tomar decisiones, tanto en el plano individual como cuando tomamos decisiones colectivas a través de las autoridades legítimas. Por ello, cuando ya la comprendemos, y conocemos tanto las consecuencias de su no existencia, como las de su implantación, sabemos, sin lugar a duda alguna, que los colectivos que actúan con criterios “Multilaterales” siempre serán muy superiores a los que actúan unilateralmente. Y a medio y largo plazo, las decisiones multilaterales siempre triunfan sin duda alguna en los conflictos de la vida. Uno de los efectos contrastados de las culturas y civilizaciones “Unilaterales”, es que se encierran en si mismas, no se modernizan nunca, y siempre aparecen podridas y anquilosadas años o siglos después. Siempre -véase la historia, porque sucedió absolutamente con todas- son destruidas por una civilización exterior más moderna. Cuando existen culturas que defienden y aplican la multilateralidad comprobamos como unas partes de esa organización que ayer eran más fuertes o punteras se quedan atrás, son desplazadas dentro del grupo por las nuevas más pujantes, y todas se van renovando y perfeccionando. Pero, lo más importante, es que todo ese grupo que actúa dentro de la multilateralidad no hace otra cosa que perfeccionarse, modernizarse y enriquecerse en conocimientos cada día. Un ejemplo preciso para que no haya más royo de explicación, ¿Cuántos países y durante cuantos años han ganado el campeonato mundial de Fútbol? ¿O los de tenis? ¿o cualquier otro deporte? ¿Y en el tema de la medicina?, por ejemplo, las vacunas de todo tipo, o las de la COVID. Así apreciamos que unos países son fuertes uno o varios años, pero decaen, y surgen otros que ganan los campeonatos, incluso federaciones muy pequeñas. Y en las vacunas se produce una gran competencia interior dentro de la multilateralidad que provoca que aprendan unos de otros y cada día sean todos más sabios. El conocimiento contrastado, y que funciona siempre, es que los individuos y las organizaciones unilaterales, mientras compiten contra otras unilaterales, vence la más fuerte del momento y comienza a desgastarse, y con el tiempo, a desaparecer, no se renuevan ni mejoran nunca -véase la historia-. Cuando las tomas de decisiones y las ejecuciones de las mismas son “Multilaterales”, no hacen otra cosa que perfeccionarse y mejorar cada día, y si es preciso modificarse lo suficiente para terminar triunfando. El juego interior de la multilateralidad les hace que deban competir internamente de forma permanente y no puede nadie dormirse en los laureles. Terminan mejorando siempre. Con la Multilateralidad venceremos siempre. Rusia o China, o quién lo intente -como en su día el imperio español o el británico- lucharán y aguantarán mientras tengan fuerza y después… Después esas culturas siempre sucumben arrolladas. |
|||
La Voz de Avila. Todos los derechos reservados. ®2024 | www.lavozdeavila.com |