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Comprender el mundo (XI): El individuo
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Comprender el mundo (XI): El individuo

Por Carlos González
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bergidahotmailes/7/7/15
martes 04 de septiembre de 2018, 17:23h

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Para comprender nuestro espacio tiempo es imprescindible que entendamos la dualidad: Frio-calor, noche-día, sístole-diástole, expansión-contracción…

Ahora hemos de analizar grupo-individuo. Siempre han existido, existen y existirán ambos. Son imprescindibles porque no puede existir uno sin el otro. Un Grupo es un conjunto de individuos organizados. Decía Bakunin que “El grupo influye en el individuo y lo crea, el individuo influye en el grupo y lo desarrolla”.

A lo largo de toda la historia de la Especie Humana, cuando estudiamos cualquier grupo social observamos que se dan alternativamente la Pleamar y la Bajamar, esto es: La preponderancia férrea del grupo con dogmas tan rígidos que el individuo no puede pensar -El judaísmo estricto, el Nacismo, el Comunismo-, y después épocas donde se destruyen las ideas que defienden la necesidad de grupo, y parece –engañosamente- que solamente existen los individuos y cualquier idea de conjunto, de grupo, de dirección y liderazgo, es rechazada de plano. Yo creo que hoy, muchos intelectuales y personas bastante formadas de los países de occidente viven en este estado de pensamiento.

Diremos como conocimiento inquebrantable que ambos –grupo e individuo- son imprescindibles. Solo cuando en pequeños momentos de la historia se alcanzó el equilibrio entre el individuo y el grupo se produjeron los mejores avances de todo tipo, especialmente de la Inteligencia, en el desarrollo de la humanidad.

¿Dónde está ese equilibrio? En la fortaleza y el acoplamiento de ambos. Que sean dos fuerzas que se contrapongan e influencien mutuamente. Igual que la fuerza de un planeta le lleva a desplazarse por el espacio y la fuerza de la gravedad le amarra a un planeta mayor y le mantienen en órbita equilibrada. Si venciese la fuerza del planeta le despediría hacia el espacio, si venciese la gravedad, el planeta grande le engulliría. Si vence el dogma del grupo el individuo no piensa y no crea ni aporta nada nuevo para la mejora del grupo, si vence el individuo el grupo desaparece y los otros individuos con él. Nadie puede nacer ni vivir solo, sin un grupo –por pequeño que sea- en el que iniciar la vida, ser defendido y…Formado.

En el estudio del grupo y el individuo comprobamos que sin grupo previo el individuo no hubiese existido, porque se necesita un grupo formado y jerarquizado para que una mujer pueda desear ser madre, mantenida durante el embarazo en zona segura, y ayudada y alimentada durante el parto y la lactancia. Pero el desarrollo de cualquier grupo social, su avance, y mejor aún, su adaptación a los nuevos tiempos cambiantes que le lleven a sobrevivir, no sería posible sin la creatividad de algunos de los mejores de sus individuos. Sin que sean aceptadas y adoptadas nuevas ideas, pautas, costumbres o ritos no sería posible la pervivencia de ningún grupo social organizado. Son los individuos los que innovan e influyen en el resto de miembros de ese grupo, y ese se adapta a los nuevos tiempos (piénsese en todos los pintores y literatos). Con ello no solo sobrevive el grupo, sino que se expande y se hace mucho más poderoso. Que existan normas de conducta y orientación colectiva es absolutamente imprescindible, de lo contrario todos y cada uno de los individuos actuarían caprichosamente y con ello desaparecerían, porque no habría colaboración, y sin esta nadie sobrevive. Que los individuos más formados y resueltos de ese grupo sean capaces de aportar innovaciones y cambien lo caduco es imprescindible para que ese grupo evolucione y se adapte a las nuevas circunstancias. Sin esos cambios y aportaciones nuevas ese grupo quedaría anquilosado y no evolucionaría nunca. Con ello, antes que después, sería destruido en la competencia por la supervivencia general.

La clave está en que ese grupo forme lo mejor que pueda a ese individuo, y que una vez formado, ese individuo sea capaz de crear pequeñas innovaciones y estas sean aceptadas para el grupo. Después serán enseñadas a los futuros alumnos. De esta forma ese grupo va avanzando y al mismo tiempo manteniéndose unido. Si las innovaciones son bruscas o violentas el grupo se disgrega o se destruye directamente, si esas nuevas aportaciones son rechazadas y se castiga cualquier disidencia ese grupo se anquilosa y no cambia nunca. Mi ejemplo por reiterado ya se hace absurdo. ¿Saben lo que opusieron los Polacos el uno de septiembre de 1939 a las modernas divisiones Panther, cuando la Wehrmach decidió aniquilar su país?... Batallones de lanceros a caballo…Eso sí, con la lanza en ristre… Allí nadie innovó y seguían como doscientos años antes.

Por otra parte hemos de analizar al simple individuo. Este nace en un grupo-cultura determinado, al que se le adoctrina con un idioma, sistema de creencias, dogmas y pensamientos, se le enseña a pensar de una forma determinada, etc. Lo que ese individuo piense no es más que el resultado de la formación y educación durante esos veinte primeros años de su vida. La gran mayoría de ellos no pensarán otra cosa en su existencia. Para entenderlos basta con que analicemos donde y como fueron educados, niveles de formación, clase social, niveles económicos, y ya sabremos el 80% de lo que hay en su cabeza.

Muy pocos individuos de esa cultura se atreverán a pensar algo nuevo aunque parecido, muchas de sus ideas serán rechazadas, casi siempre les darán muerte acusados de una u otra cosa. Piénsese que siempre existe la blasfemia o la herejía, por ello es muy difícil que algo nuevo se manifieste. Pero en contados casos de crisis de ese sistema de creencias o costumbres se cuela por la rendija de la ineficacia las nuevas propuestas que consiguen salir adelante frente a la mayoría, entonces es cuando ese grupo se renueva. Surgen nuevas ideas, mejores técnicas de caza, pesca o agricultura, nuevas reglas sociales…

No podemos estudiar a un individuo sin estudiar a fondo el grupo, la cultura de la que viene. Podemos y debemos estudiar a los grupos sociales en función a como forman a sus individuos y que niveles de creatividad les permiten. Ello nos dará mucha información de los mecanismos de renovación o adaptación a las nuevas circunstancias de que ese grupo social organizado dispone.

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